domingo, 17 de febrero de 2013

“Los ‘Suicidas del 89’ o una simbiosis provocadora”



Por Humberto Pinedo Mendoza (*)

Esta compilación y antología producto del trabajo en conjunto de Raúl Allain y Luna Miguel no tiene nada que ver con el "summum post mortem" de la poesía de jóvenes creadores españoles como peruanos improvisados de fines del siglo. La mayoría de estos versos son provocativos por su búsqueda con la palabra y con la acción fortuita. Se nos muestra un mundo desconcertado, alucinante y lleno de encuentros con la realidad, y su mundo vital. Es contradictorio, pero aleatorio en su necesidad de vivir para ser o para salvarse.

Sombras tenebrosas, abismos necesarios, ciudades con espíritus tristes y sentimientos apaleados. Este libro nos lleva a dilucidar la importancia como generación. O si estamos actuando bien o estas generaciones de la informática están perdidas. O si se están despercudiendo del marasmo tecnológico. He aquí una invitación necesaria para estos 30 millones de seres humanos peruanos que no saben hacia dónde van. Pero van...

Como diría Héctor Ñaupari estos jóvenes vates son balas del futuro, como Demian de Hesse es que están rompiendo el huevo creativo de la poesía o de una nueva realidad ontológica o vital. Lo informativo o lo natural. Orwell no se equivocó sobre su apreciación futurista cuando de esta época nos hablaba. Por qué españoles y peruanos. Porque es una época de globalización. Todos somos mestizos e irreverentes a nuestra manera. Buscar un camino que los lleve a la felicidad. Algunos agoreros dirán que el infierno de Dante esta aquí, otros en el paraíso cristiano. Yo creo que esta generación está viviendo una ambigüedad sin parto. Hasta cuándo, no sé. Solo ellos lo saben.

Estos poetas han nacido entre 1989 y 1990. El soplo a lo desconocido es su condición existencial. Así tenemos a Rafael Banegas que trata de cometer un deicidio cuando versa "La herencia del padre". El matar a su ser querido no es físico sino espiritual. Encontramos características símiles en la obra de teatro cubano La noche de los asesinos. Es decir, esa referencia a la búsqueda de sí mismo a pesar del afecto que los une.

Edgar Campos elucubra con vitalidad religiosa buscando un cristo putrefacto o desconcertado. Es un despertar a la vida tormentosa. En cambio María Ferreira nos recrea con versos citadinos: “(…) no me drogo, no bebo, no como, / joder, joder, deja que me distraiga un poco.”. La ironía de Alberto Guirao se anatematiza en "Los perros nunca leen fábulas para perros". Versos matutinos, estudiantiles. Posee una sensación de marea mañanera.


El poema de Rodrigo Olay es un poema a Venecia. Como la Venecia de todos los momentos inolvidables curtidos con piel de marino, de la misma forma Sara R. Gallardo y Arturo Sánchez escriben mostrando un mundo industrial que nos imbeciliza. Es decir un mundo de plegaria de libros que estrangulan los días y tratan de zafarse.

En el caso de los poetas peruanos, sus sentimientos son de ambición y de regreso a lo natural y al dolor humano. Por eso Indira Anampa exclama rebelde contra el maltrato y el abandono. Sebastián Aragón trabaja la palabra como herramienta de vida. En cambio José Jiménez Cruz lo nombra cargado de amor: “La nombraré amor y besaré su pecho / Cargado de amor y se eclipsará la noche, (…)”. También es el caso de Fran Maza Salazar cuando dice: “Déjame aunque sea, / beber de tus ríos (…)”. En Carlos Miranda Passalacqua y Érika Nolasco encontramos como en los versos de “Matrioska”, rasgos sintomáticos.


También hallamos un regreso a la plantilla adánica, a lo lujurioso y lo sensual. El amor como búsqueda de satisfacción terrena.

Podemos encontrar en Laura Rosales y Blanca Segura la mayor cantidad de asombro. Empero identificada con la naturaleza. Finalmente Humberto Solórzano exclama al payaso su inquietud de vivir y contra el tiempo.


En cuanto a estos 20 poetas españoles y peruanos el vivir es una contradicción por vivir como asombro. Para mí todos estos textos conforman una simbiosis de provocación, versos que usted lector degustará a su parecer, pero con mucha capacidad de ambigüedad y de satisfacción.

(*) Nacido en Lima en 1947. Ha publicado cuatro libros de poesía: Olguita Amando, Topus, Avizor y Convulsión. Libros de Historia Rostros y Rastros del Callao y La Historia de San Miguel. Incluido en la Historia de la Literatura Peruana de Augusto Tamayo Vargas, César Toro Montalvo y José Beltrán. Ha sido Presidente de la Casa del Poeta del Callao en 1992 e integrante de Gleba Literaria. Incluido en los suplementos dominicales del Comercio y Ojo y en la revista Olandina. Como Periodista ha trabajado en el diario Expreso, Ojo, Oriental el diario Callao y el Faro. Ha sido columnista de las páginas de Historia y Cultura de los diarios del Callao. De acuerdo a los críticos literarios Wolfgang Lutching, César Toro Montalvo y Augusto Tamayo Vargas el poeta Humberto Pinedo practica una poesía concreta de gran significado y sensibilidad social.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Adelanto de "Suicidas del 89'"


Portada de Suicidas Sub 21 para la revista Almiar -Margencero-



Antología binacional que incluirá a poetas peruanos y españoles, nacidos entre 1989 y 1990. La selección por España estuvo a cargo de Luna Miguel.

Varios de los antologados aparecen en las obras Tenían veinte años y estaban locos y Suicidas sub 21.


"Universidad", por Alberto Guirao


El primer día: hierba,

convulsiona el frío viento en chaquetas

y letra negra en papel.

El día dos: sol, tierra,

cigarros lentos –volcadas ánforas-,

su ceniza ascendía.

Luego el ladrillo guardó el calor y se cubrió de lluvia.

Donde las gotas quedaban los jóvenes veían el cielo

y entre los viejos barracones crecían las zarzas.

Él suspendió el examen de física cuántica

porque veinte años después se enamorarían

en la caja del supermercado.

Porque veinte años después moriría asfixiada en cocaína

aspiró la brisa del mar, rechazó los cócteles

durante el viaje de ecuador de carrera.


Perdió el pino sus ramas

y los besos cada vez más silencio.

Crujieron los apuntes,

durmieron las baldosas

bajo helechos hasta octubre. Follaron

aquel verano todos.

Trajeron otro estigma

velando la piel lamida por el sol,

también otras consciencias.

Pero en la facultad siguieron llamando

teorema al teorema, poesía

a la poesía, saber

a la razón, futuro a un currículum.

Y sembraron el Campus de ecuaciones, gramáticas, razones, currículum, afeitadas cabezas

que susurran predicciones a los crédulos y con sus gafas recortan

en patrón uniformado las nubes

y someten las flores a la zozobra bursátil y escriben

tratados muy serios: “Del ángulo del

codo sobre la mesa”.

La rueda giró cruelmente arrastrándolos en su mecánica melodía.

Había llegado el gran taxidermista con aforismo de succionarles la carne,

con bisturí de sentenciar el suceso.

Años después –quizás veinte- llamarían

casa a una casa, trabajo

a un trabajo, amor

a su neurosis, realidad

a un ridículo apéndice de su anegada voluntad.



El día dos: la sombra

de los bustos sobre ombligos y un temor

de incierta alma máter.

El primer día: runas

en las mesas, las palpan descifrando

avisos del ilota.




"Hokusai", por Laura Rosales

La proa de una mano                                                                                                                           

dibuja un castillo en el tiempo


la tarde la sepulta como a un sol                                                                                                           

mano del animal rodando                                                                                                                      

sobre el moho del mundo


montaña criptada por la niebla                                                                                                

espadachines saludan desde lejos


flauta de azúcar                                                                                                                                                

en el ojo del sauce                                                                                                                                      

azul la voz del león blanco


sueños del pájaro cometa                                                                                                                     

música de bambúes                                                                                                                                   

salida por el tintero


tintero triste                                                                                                                                        

ahogado                                                                                                                                                               

en hermosura

De Von (Lustra Editores – 2011)